Ubicada en las afueras de Delhi, la antigua capital de la dinastía Tughlaq que gobernó Delhi en el siglo XIV, está salpicada de antiguos monumentos dignos de conocer. Esta ciudad alberga fascinantes murallas de piedra, que la rodean de forma irregular. La característica típica de los monumentos de la dinastía Tughlaq son las murallas inclinadas, llenas de grava, que tienen una altura de 10 a 15 metros y que están rematadas por trincheras reforzadas con bastiones circulares de hasta dos pisos.

El mayor atractivo de la ciudad es el Fuerte Tughlaqabad, que fue construido por Ghiyasuddin Tughlaq en 1320-1321. La estructura se encuentra en las colinas de las montañas de Aravalli y sus muros tienen una longitud de hasta 6 kilómetros. El objetivo principal de construir el fuerte era defenderlo de los frecuentes ataques mogoles.

Otros sitios de interés en la ciudad incluyen un gran depósito de agua artificial, la fortaleza de Adilabad, entre otros.