Ubicado en uno de los sitios declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el valle Mahabaleshwar, en Maharashtra, rodeado de las colinas de los Ghats occidentales, es una notable combinación de belleza surrealista y encanto colonial. Apodada la Reina de las colinas Sahyadri, Mahabaleshwar ostenta angostos senderos con preciosas casas de campo a su alrededor, rodeadas de exhuberante naturaleza; con simpáticas tiendas y aroma a fresas. Tal es el espíritu de Mahabaleshwar con sus asombrosas vistas y ricas historias.

Mahabaleshwar es el destino elegido como escapada turística de dos ciudades cercanas, Pune, a 120 kilómetros, y Mumbai, a 285 kilómetros, ya que cuenta con un clima agradable la mayor parte del año, lo que garantiza una buena estadía. Es una zona famosa también por sus deliciosos campos de fresas y moras. Los cafés en esta ciudad sirven los más deliciosos postres de fresas recién cosechadas, jugosas y rojas, acompañadas de crema batida fresca.

La parte vieja de la ciudad, por su parte, aún hoy conserva su gracia de otros tiempos y muestra, entre otras cosas, el templo Mahadev con su famosa estatua de vaca. Se dice que el rio Krishna brota de la boca de esta vaca así como otros cuatro ríos – Koyna, Venna, Savitri y Gayatri que tras brotar de la boca de esta vaca, se suman al rio Krishna. Los rios Venna y Koyna serían Shiva y Brahma quienes, junto a Vishnu, conforman la trinidad Hindú, las tres deidades que habrían llevado adelante las funciones cósmicas de creación, preservación y destrucción. De hecho, el nombre Mahabaleshwar significa dios de tremendo poder.

No por nada esta ciudad solía ser el destino elegido por los habitantes de la provincia de Bombay durante la dominación británica, permitiéndole a nacer hacia el año 1829.